Cuando llegué a la India, específicamente a Rishikesh, una de las primeras cosas que llamó mi atención fue ver una enorme estatua a orillas del río Ganges. Describiéndola un poco, esta estatua tiene cabello largo, pero con una parte recogida a la altura de la coronilla, de la cual sobresale una luna creciente. Al prestar más atención a los detalles de su rostro, desde su frente se alcanza a ver un símbolo, y sus ojos están cerrados. Lo que me sorprendió aún más es que también hay una serpiente alrededor de su cuello, y su torso se muestra al descubierto. A pesar de eso, su postura es la de meditación, y su rostro refleja serenidad. ¿Qué simboliza esa serpiente? ¿Y qué simboliza en sí su presencia? Definitivamente, tenía que indagar en esto que llamó mi atención, y a lo cual dedico este blog para compartir lo interesante y el simbolismo que representa dentro del hinduismo esta gran figura llamada Shiva.
¿Quién es Shiva?
Shiva es uno de los principales dioses dentro del hinduismo, y la forma más utilizada para representarlo es en su forma humana, sentado en posición de meditación. Un dato interesante es que los dioses tienen diferentes avatares (un avatar es la encarnación terrestre de un dios), y dependiendo de la representación, puede tener 2 o 4 brazos.
Se le considera miembro de la sagrada trinidad (trimurti) del Hinduismo, junto con Brahma y Vishnu, pero esa es otra historia. Shiva es un personaje algo complejo, que puede representar la bondad y la benevolencia, y servir de protector. Para la cultura del yoga, no se ve a Shiva como un dios, sino como el hombre que fue el primer yogui y el primer Gurú.
Pero, ¿qué significado tiene su vestimenta?
La parte recogida de su cabello en la coronilla es el 7mo chakra sahasrara, que lo identifica como el gran yogui. De su peinado cuelga una luna creciente que representa el poder del tiempo y de la noche.
El símbolo en su frente es el tercer ojo en línea vertical que normalmente lo tiene cerrado, y este corresponde al 6to chakra ajna que ve más allá de lo visible y que destruye la ignorancia.
A veces lo verás llevar 3 líneas horizontales pintadas con ceniza en su frente que representan los 3 ciclos de la vida: nacimiento, crecimiento y muerte. Este mismo símbolo nos lo pusieron en la ceremonia de fuego para la iniciación de la formación de yoga.
Alrededor de su cuello está la serpiente, que simboliza el ego. Una vez que es dominado, no puede controlarnos ni hacernos daño. Su cuello es de color azul, símbolo de la victoria sobre el mal, al beberse todo el veneno que había sido vertido en los océanos y así salvar a todos los seres del mundo.
Dependiendo de la representación, puede tener 2 o 4 brazos y está desnudo, excepto por una piel de tigre sobre sus caderas y parte de su torso, a través de ella simboliza la victoria sobre toda fuerza y la conquista del deseo. Todo su cuerpo está cubierto con ceniza que señala la filosofía de la vida y la muerte y nos recuerda que la muerte es la realidad última de la vida.
En una de sus manos lleva su arma, un tridente, que con sus 3 puntas representan las 3 cualidades de la naturaleza: la creación, la preservación y la destrucción. En otra mano lleva su tambor, el damaru, cuyo sonido es el origen de la palabra universal que da origen a todo lenguaje y expresión.
En sus brazos y cuello lleva malas o collares sagrados de Rudraksha, la semilla sagrada con poderes espirituales y medicinales.
Shiva, el primer Yogui
Shiva, también es conocido como el Señor del Yoga, porque fue él quien creó esta disciplina. Cuenta la leyenda que Shiva, ante la tristeza que le causaba a su esposa Parvati ver el sufrimiento en el mundo, y con tal de permitirle distinguir lo real de lo ilusorio y así consolarla, creó el Yoga. Shiva se dedicó a enseñar a su esposa todos los secretos del Yoga en un lugar apartado a orillas del océano con el fin de que nadie pudiera verles, sin darse cuenta que un pequeño pez les observaba a diario desde cierta distancia con gran curiosidad.
Así, pasó el tiempo y el pez fue memorizando todas las posturas y meditaciones hasta que un día fue descubierto por Shiva. Después de reprenderlo por haber estado espiándolos, Shiva decidió convertirlo en hombre y mandarlo a la tierra a difundir el Yoga entre los hombres.
Por otra parte, recuerdo que en mi primera clase de yoga en el salón tenían una estatuilla de Shiva danzando. Ahora entiendo que es Shiva como Nataraja o el bailarín cósmico, que simboliza el movimiento de la creación, la preservación y la disolución. Es el impulso sin fin del Dios que tiene lugar dentro de cada uno de nosotros. Esto me hizo recordar algo que dijo mi profesor de filosofía en una de las clases, “como es arriba es abajo”, es decir, cada uno de nosotros somos una representación del mismo universo. En cada uno de nosotros vive un dios. Esto realmente es increíble si lo logras profundizar y entender.
He aquí un poco del significado de Shiva danzando: él se encuentra alrededor de un círculo de fuego en una postura que representa el dinamismo y el movimiento del Universo. Bajo sus pies está un enano, que representa la ignorancia, el deseo terrenal y el ciclo de renacimiento que encarcela a los humanos. La ilusión de la realidad se borra con la danza de la deidad.
¿Existe alguna similitud con la cultura mexicana?
Cuanto más profundizo en el tema, más me enamora la esencia que tiene. Seamos realistas, para los que somos occidentales y tenemos una mente más estructurada, le queremos buscar la explicación a todo y nos será un tanto complejo entender por qué los hindúes adoran a tantos dioses, todos con aspectos tan diferentes. Y es que, es parte del desconocimiento que tenemos, ya que se nos ha inculcado que existe un solo Dios y el hecho de que hayan muchos podría considerarse algo muy antiguo. Pero es que ¡lo es! En mi opinión y haciendo una comparativa con la cultura ancestral mexicana y los dioses aztecas, es aquí donde veo una gran similitud con nuestra cultura. Teníamos diferentes deidades también, leyendas y cantos. Se tiene la creencia del cosmos y de lo espiritual. De igual manera, creemos en la filosofía de la vida y la muerte. La muerte como la realidad última de la vida y la veneramos. ¿Lo habías pensado?
En conclusión
En mi viaje hacia el entendimiento de la cultura hindú y el porqué hay muchos dioses, lo resumo en una sola conclusión. No se trata de la cantidad de dioses que se tienen, porque ni los mismos indios saben cuántos exactamente hay. Me ha tocado confirmarlo con las diferentes personas con las que he interactuado. En el fondo, solo hay una fuerza creadora que es la consciencia universal que se manifiesta en cada uno de nosotros. Es decir, cada uno lleva dentro de sí mismo a su propio dios, no importa si eres budista, hinduista, católico, etc. Y cuando entiendes esto, podrás ver con otra perspectiva, con la del corazón y la mente abierta para conectar con la energía de cada aspecto. El fin último, sea la religión o creencia que sea, es llegar a la iluminación y a la felicidad.